Hola mamá: Estés donde estés, te gustaría saber como salieron adelante tus cuatro hijas.
Lo pasamos mal, unas más que otras, pero sabiendo estar en nuestro sitio.Te eché mucho, mucho en falta y, también te necesité mucho, pero nunca olvidé lo que siempre nos decías “El que por el mundo quiere andar, tiene que ver, oir y callar”.
Las cuatro hermanas tenemos la misma devoción que tú tenías a la Virgen Milagrosa de la Corticela, en la Catedral. Yo la visité muchas veces cuando el sufrimiento me superaba y le pedía ayuda. Cuando salía de allí, me sentía más reconfortada y me parecía, que mi pena ya no era tanta.
Estamos bien, llegamos a donde tú no te imaginas, pero que te alegraría mucho. Somos buena gente, como tú lo eras. Tú siempre fuiste muy buena y ayudabas a los demás con lo poco que tenías.
Todas formamos familia, tienes siete nietos, que son muy buenos, todos tienen una carrera y trabajan en lo que estudiaron. También tienes ocho biznietos, algunos estudiaron una carrera y otros están en el colegio, los que no quisieron estudiar carrera se está preparando para un oficio; pero son buenos chicos, pero¿ sabes mamá? no van a tener mucha suerte, las cosas ahora están bastante difíciles.
Tu hija Carmiña ya tiene noventa y dos años y esta como una rosa, tiene la cabeza muy bien amueblada, no le duele nada y sigue siendo tan presumida como siempre; va a la peluquería y se tiñe el pelo, está muy guapa, siempre fue tu ojito derecho. Vive con su hija y su familia que la quiere mucho, queremos mucho a Carmiña, es la preferida de todas. Nosotras también somos mayores y el día que Dios quiera nos reuniremos contigo.
Mamá, tu decías que el día que te fueras ya no nos acordaríamos de ti, pues ya ves que no es así, siempre estás en nuestro pensamiento.
Muchos besos de tu hija
Mimos
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Esta muy bonita! estas hecha toda una escritora.
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