jueves, 17 de febrero de 2011

La Fiesta de las Flores





Voy a contar lo maravillosa que era esta fiesta.

Cuando yo tenia 8 años, había en la parroquia unas señoritas que hacían grupos de diez a doce niñas entre seis y diez años, para enseñarlas unas oraciones muy bonitas; ensayaban durante varios días antes de la fiesta, para que todo saliera bien.

Nosotras limpiábamos la iglesia, recogíamos las flores en nuestra parroquia y también en las parroquias vecinas.

Con las flores formábamos unos altares de las que estábamos muy orgullosas el día de la fiesta; cada año eran más bonitos; a los santos los poníamos ropas nuevas, también poníamos muchas velas lazos, etc.

Ese día, el DÍA de las Flores, había una misa a las 9 de la mañana y otra a la una, ésta era cantada, era la principal y, por la tarde, la misa del rosario y la procesión.

Antes de entrar la procesión en la iglesia, era cuando decíamos las oraciones, las plegarias y las peticiones que hacíamos a la Virgen. Realmente no eran plegarias, era como una especie de teatro, en la que una de nosotras representaba a la Virgen y las demás hacíamos las peticiones. Estas representaciones se hacían en el atrio de la iglesia, en la puerta grande.

Cuando yo tenía seis años, fue cuando mi primera oración:
Déjame Virgen Maria
Vivir siempre en ti
Tu corazón Madre MIA
Es un cielo para mí
Para yo decir estas palabras, lo pasé mal, pues mientras miraba a la Virgen, todo iba bien, pero cuando miraba a las personas que me rodeaban no me salían las palabras, y lloré por no poder decir la oración como había ensayado, pero como eran pocas palabras, aunque fuese entre llantos terminé.

Después empezaba el baile, pero como nosotras éramos niñas, no podíamos estar nada mas que hasta las diez de la noche, y para nosotras, se acababa la fiesta.

Rosa

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