Esta historia ocurrió por los años 1950.
Cuando yo tenía 14 años yo no pude seguir estudiando más, el gobierno solo daba enseñanza gratis hasta esa edad, si querías seguir estudiando tenías que pagarte los estudios.
Entonces, yo les dije a mis padres que me iba a poner a trabajar, quería hacerlo, pero no me dejaban ir a las casas de familia porque era muy niña y un poco señorita.
Mi abuela me compró una máquina manual de costura-no recuerdo la marca-. En aquel tiempo se cosía por las casas, se hacían ropas nuevas y se arreglaba mucha ropa, las camisas de hombre, los pantalones y muchas más prendas ; se trataba de aprovechar todo, lo máximo posible.
Fui a aprender costura y empecé a trabajar arreglando ropas por las casas,pero bueno, lo que quiero contar viene a continuación.
Mi hermano tenía siete años y el pelo muy largo porque no le gustaba cortárselo, yo le decía a siempre a mamá:
_Mira mamá-este niño tiene el pelo muy largo, pues no puede ni ver, le tapa hasta los ojos.
-Rosa,me contestaba mi madre, tu hermano cada vez que le vamos a cortar el pelo llora, no se quiere cortar el pelo-.
Pero yo me propuse cortarle el pelo.
Un día que venía de mi trabajo, como siempre traía en el delantal- que tenía los bolsillos muy grandes-tijeras,agujas,hilo, en fin todo lo que necesitaba-, vi que mi madre llegaba con el carro, ella delante llevando a las vacas y mi hermano dentro del carro; entonces le dije a mi madre :
-Mamá, voy a subir al carro con mi hermano-
. Subí, miré a mi hermano y pensé:
Esta es la ocasión,voy a cortarle el pelo a mi hermano.
Cogí las tijeras y le dije:
Juan, no llores quedate tranquilo, voy a cortarte el pelo, no duele nada, ya verás como no duele nada, y empecé a cortarle el pelo; primero el de los ojos y después el resto. Como el carro se movía mucho y mi hermano se reía sin parar y yo también , no pude cortarle el pelo bien, que quedó lleno de escaleras.
Cuando llegamos a casa mamá se enfadó mucho y me dijo:
-Ahora vas a cortarle bien el pelo, quieras o no quieras, ya que has empezado termina.
Yo le contesté:
Mamá, no te enfades ¿ no ves que nos hemos reído mucho y ahora el niño no tiene miedo ni llora?.,
Ya le podemos cortar el pelo cuando lo necesite.
ROSA
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