Programa "Hoxe Por Ti" de Popular TV con entrevista aos e ás participantes da Escola Integral de Maiores
jueves, 21 de junio de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
Día do Libro na Escola de Maiores
Entrevista de VTelevisión na Escola Integral de Maiores con motivo do Día Internacional do Libro do pasado 23 de Abril.
jueves, 9 de febrero de 2012
REY POR UNA HORAS
REY POR UNAS HORAS
El pasado día 5 de Enero, tuve la suerte y el honor de que los Magos de Oriente, me nombraran representante del “rey de las barbas blancas” en el Milladoiro.
Abrumado por tanta responsabilidad me encontraba muy nervioso los días anteriores, pero también, esa responsabilidad hacia crecer dentro de mi la obligación de no fracasar en tan loable tarea.
Por lo tanto, superando mi nerviosismo, acudí al ensayo general que hubo el día 4, donde nos enseñaron el protocolo a seguir en este evento.
Y por fin llego el esperado y a la vez temido día; debo confesar que estaba bastante nervioso, por lo que tuve que tomarme una tila.
Con dos horas de antelación nos fuimos vistiendo, maquillando y preparando (que gran equipo, que profesionalidad la de las maquilladoras).Al cabo de media hora me mire al espejo y no me reconocí.
Pero lo mejor estaba por llegar. Fuimos hasta el pabellón en un coche descapotable precedidos de nuestros pajes donde se celebraría nuestra llegada; ya en ese corto recorrido los niños con los que nos cruzábamos nos saludaban con alegría , alegría compartida por los padres que los acompañaban.
La entrada en el pabellón fue apoteósica, risas, gritos, saludos, algún que otro conato de llanto por parte de los mas pequeños y, después de cumplir con el saludo ritual a las autoridades, subimos al estrado ocupando cada rey mago su sillón, empezó la parte mas grata del día.
¡Qué aplausos, que miradas tan ilusionadas, tan emocionadas, tan limpias la de los niños!! Que gran ilusión era para ellos ver a esos reyes tan esperados, de los que los padres, los abuelos, los profesores tanto les habían hablado¡¡Con que reverencia subían al estrado para dar la carta en la que estaban escritas sus peticiones ,sus sueños!¡Y con que ilusión hacían entrega de esa carta, pidiéndote con la mirada que no les defraudaras, que les concedieras lo que te solicitaban, que esa carta no iba destinada aun ser normal , que ella era portadora de ese mundo mágico, que solo ellos y solamente ellos saben vivir y que tu como mago podías hacer realidad!.
Cuando les preguntabas que si habían sido buenos, aquellos que en que alguna cosa no estaban seguros de haber hecho todo bien y se sentían culpables, te hablaban sin pronunciar palabra, solo con la mirada, compungida, como diciendo:
¡Por favor, no me lo tengas en cuenta, te prometo que a partir de ahora voy a ser bueno, pero no me dejes sin regalos!
Los que habían sido buenos lo afirmaban con una rotundidad aplastante, ¡cualquiera ponía en duda la palabra de estos niños! Con que seriedad contestaban a lo que les preguntabas; yo creo que en ese momento a ninguno se le ocurría mentir por si acaso te dabas cuenta y, podías castigarle sin regalos. También me enseñaron lo que había que dejar en la ventana tanto a los pajes como a los camellos. Pero el asombro y la felicidad era la nota característica de todos ellos.
Como anécdota la pregunta que me hizo un niño con siete u ocho años: ¿Sois los Reyes Magos de verdad o sois de mentira? Es que un amigo mío dice que no existís, que eso lo han inventado los padres.
La respuesta que le pude dar: Dile a tu amigo, que el próximo año, venga a vernos para que vea que somos de verdad, pero como somos buenos, aunque no crea en nosotros, también le vamos a dejar juguetes, seguramente menos que a ti, pero alguno si le vamos a llevar esta noche.
Aprendí mucho escuchando a estos pequeños, algunos razonaban sus peticiones con lógicas aplastantes y, lo que mas agradable me resulto, fue poder ayudar a que esa ilusión que cada noche del 5 de Enero desde hace tantísimos años se pudiese cumplir.
Abrumado por tanta responsabilidad me encontraba muy nervioso los días anteriores, pero también, esa responsabilidad hacia crecer dentro de mi la obligación de no fracasar en tan loable tarea.
Por lo tanto, superando mi nerviosismo, acudí al ensayo general que hubo el día 4, donde nos enseñaron el protocolo a seguir en este evento.
Y por fin llego el esperado y a la vez temido día; debo confesar que estaba bastante nervioso, por lo que tuve que tomarme una tila.
Con dos horas de antelación nos fuimos vistiendo, maquillando y preparando (que gran equipo, que profesionalidad la de las maquilladoras).Al cabo de media hora me mire al espejo y no me reconocí.
Pero lo mejor estaba por llegar. Fuimos hasta el pabellón en un coche descapotable precedidos de nuestros pajes donde se celebraría nuestra llegada; ya en ese corto recorrido los niños con los que nos cruzábamos nos saludaban con alegría , alegría compartida por los padres que los acompañaban.
La entrada en el pabellón fue apoteósica, risas, gritos, saludos, algún que otro conato de llanto por parte de los mas pequeños y, después de cumplir con el saludo ritual a las autoridades, subimos al estrado ocupando cada rey mago su sillón, empezó la parte mas grata del día.
¡Qué aplausos, que miradas tan ilusionadas, tan emocionadas, tan limpias la de los niños!! Que gran ilusión era para ellos ver a esos reyes tan esperados, de los que los padres, los abuelos, los profesores tanto les habían hablado¡¡Con que reverencia subían al estrado para dar la carta en la que estaban escritas sus peticiones ,sus sueños!¡Y con que ilusión hacían entrega de esa carta, pidiéndote con la mirada que no les defraudaras, que les concedieras lo que te solicitaban, que esa carta no iba destinada aun ser normal , que ella era portadora de ese mundo mágico, que solo ellos y solamente ellos saben vivir y que tu como mago podías hacer realidad!.
Cuando les preguntabas que si habían sido buenos, aquellos que en que alguna cosa no estaban seguros de haber hecho todo bien y se sentían culpables, te hablaban sin pronunciar palabra, solo con la mirada, compungida, como diciendo:
¡Por favor, no me lo tengas en cuenta, te prometo que a partir de ahora voy a ser bueno, pero no me dejes sin regalos!
Los que habían sido buenos lo afirmaban con una rotundidad aplastante, ¡cualquiera ponía en duda la palabra de estos niños! Con que seriedad contestaban a lo que les preguntabas; yo creo que en ese momento a ninguno se le ocurría mentir por si acaso te dabas cuenta y, podías castigarle sin regalos. También me enseñaron lo que había que dejar en la ventana tanto a los pajes como a los camellos. Pero el asombro y la felicidad era la nota característica de todos ellos.
Como anécdota la pregunta que me hizo un niño con siete u ocho años: ¿Sois los Reyes Magos de verdad o sois de mentira? Es que un amigo mío dice que no existís, que eso lo han inventado los padres.
La respuesta que le pude dar: Dile a tu amigo, que el próximo año, venga a vernos para que vea que somos de verdad, pero como somos buenos, aunque no crea en nosotros, también le vamos a dejar juguetes, seguramente menos que a ti, pero alguno si le vamos a llevar esta noche.
Aprendí mucho escuchando a estos pequeños, algunos razonaban sus peticiones con lógicas aplastantes y, lo que mas agradable me resulto, fue poder ayudar a que esa ilusión que cada noche del 5 de Enero desde hace tantísimos años se pudiese cumplir.
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